Sostener el stress, significa mantener alto el nivel de hormonas que son las que preparan organismo para enfrentar el peligro.
Los glucocorticoides, mantienen el cuerpo en un alerta, que crea una  sensación de que algo malo va a pasar, aunque en ese momento, nada lo justifique. Sin embargo, el organismo los produce, sin motivos aparentes. Seguramente los hay, inconcientes, pero, no se pueden resolver inmediatamente.
La angustia, el miedo o la ansiedad, se apoderan de nosotros sin que podamos entender porque nos ocurre.
Si nos convertimos en observadores de nuestra propia conducta, en investigadores de todo lo que sentimos, dejaremos de ser una victima de nuestras emociones.
Podemos cambiar esos estados, justificados o no, con una acción que modifique la química de  nuestro organismo. Dicha acción deberá descargar la química antagonista que se generó, a partir del sistema adrenérgico, que con o  sin motivos, invadió nuestra sangre.
La descarga se deberá producir con el cuerpo, para que las emociones se equilibren.
Muchos creen que con la meditación se producirá el milagro. No se puede descargar la química orgánica antagonista con la relajación solamente. Solo lograríamos atrasar por un instante el proceso de la emoción, que necesita de la descarga para la distensión.
Lo saludable es gastar la química que se generó por stress con un ejercicio físico que gaste dicha química, cambiando el cuerpo y generando un estado saludable, relajado y químicamente preparado para enfrentar con coraje, los problemas que la vida trae irremediablemente.