Siempre que queramos lograr algo de nosotros mismos, debemos actuar como si ya lo hubiésemos conseguido. Esto despierta nuestro poder interior. Este, que es una fuente de creatividad, provocará situaciones que paso a paso “armará” el objetivo.
Muchas de las personas que conocemos esto, escribimos libros, damos conferencias, cursos,  otros son grandes artistas, empresarios, líderes políticos, etc., pero nadie queda en el anonimato. ¿Qué creen ustedes que tenemos en especial estas personas? ¡Nada especial! Lo mismo que todos. Solo que sabemos utilizar nuestro potencial. A ninguno de nosotros se nos ocurre pensar que nuestros objetivos fracasarán por algo externo.
Sin embargo, el universo es tan perfecto, que nos pone a nuestro lado gente noble y maravillosa que nos ayudan. Esto ocurre porque se pone en marcha la “ley de atracción” que opera en situaciones donde lo que se genera es en bien de todos, e indirectamente estas personas también se benefician.
El secreto está en utilizar nuestro poder mental eliminando las creencias limitadoras que nos dicen:

• “No podré lograrlo”
• “Tengo mala suerte”
• “En mi familia todos somos fracasados, pobres, débiles etc.”
• “Ya soy grande, no tengo tiempo” etc.

cambiándolas por:

• “Tengo capacidad creativa para conseguir lo que deseo”
• “La suerte está siempre a mi lado, porque yo la genero”
• “ Los errores de mi familia, me enseñan cómo no debo hacer las cosas”
• “ Mientras estoy vivo, tengo tiempo de cambiar y progresar”

La visualización de lo que deseamos empleada correctamente, opera milagros en nuestro subconsciente, sin que pretendamos que las modificaciones se logren desde la razón cosa que sería utópica, ya que esta no se comunica con nuestros espacios internos.