Muchas veces nos ocurren cosas que nos sorprenden por las coincidencias que conllevan y las llamamos “Casualidad” podemos elegir vivirlo así considerándolo algo fortuito, sin ninguna connotación que nos pertenezca, o entenderlo como un lenguaje Divino, mediante el cual Dios se comunica con nosotros,
haciéndonos  saber que estamos en conexión con El, con el universo todo y de este modo, se nos indica lo que debemos hacer para equivocarnos menos, y conseguir lo que necesitamos para nosotros y que es en bien de todos porque es “Perfecto” entonces, no es casualidad sino “Causalidad” o “Sincronicidad”.
Disfrutar de este lenguaje Divino, utilizarlo y percibir sus beneficios, es de gente verdaderamente inteligente, que utiliza su poder, aquel que heredo (hecho a imagen y semejanza del Creador).

Lamentablemente no todas las personas advierten que esta condición es natural, no privilegio de unos pocos. Bastaría con darse cuenta, pero esto solo viene por evolución del espíritu ya que al entrar a este nivel de conciencia, dejamos de sufrir, tenemos aceptación de lo que no podemos cambiar, cambiamos lo que podemos y  los llamados “Milagros” comienzan a ocurrir, sin que esto nos haga pensar en una maravillosa casualidad que difícilmente se repita. Vivimos inmersos en un mundo lleno de sorpresas agradables, descubriendo
todos los días algo mas en nosotros que no conocíamos y disfrutando con asombro todo aquello que nos brinda la vida y que seguramente tiene trascendencia hacia los demás y es en bien de todos los que nos rodean, porque estamos conectados con la mente universal (Será Dios?) que hace que cumplamos con la ley Divina que es pura armonía, amor, y perfección.
Concluyendo podríamos manifestar un deseo; que no pase demasiado tiempo para que usted, que esta leyendo esto, pueda entrar en esta conciencia, que al conocerla y actuar desde ella ayude a otros a despertarla, para que se forme la “Masa critica” y la
humanidad pase de grado para entrar en el universo armonioso, sin condicionamientos, donde la felicidad, la salud, el amor y la prosperidad sean el pan de cada día.