Cada día de la vida de todo ser humano “Inteligente” debe ser una observación de sí mismo. Esto hará que nos demos cuenta de que es lo que provoca la actitud errónea.
Todo nace de los pensamientos, que se convierten en actitudes.
Si observamos los pensamientos que tenemos en un solo día, nos daremos cuenta de nuestro estado de ánimo, que muchas veces nos hace preguntarnos…¿por que me pasa esto a mí? ¡Yo no hice nada para que me traten de esa manera! Etc. Etc. Lo mismo cuando nos sentimos incapaces de llevar adelante las relaciones con nuestros seres queridos. Si nos detenemos a pensar un instante nos daremos cuenta de que estamos actuando de acuerdo con nuestros pensamientos negativos, que lejos de construir, destruyen.
Lo que ocurre es que dichos pensamientos no nos permiten ver lo que siente el otro que es una persona diferente, con otros códigos, otra crianza y otra educación.
Pensemos en cómo mejorar la relación. Que aporte podemos hacer para que no pongamos la atención en lo que no nos gusta, sino en lo que podemos cambiar nosotros para obtener un resultado más satisfactorio.
Si deseamos crear abundancia, no debemos pensar en las deudas. Ellas ya están, ahora es necesario crear soluciones y para ello hace falta que nos conectemos con la creatividad, ya que ella nos permitirá generar ideas constructivas cuyo contenido no está en nuestros códigos sino que son ¡nuevas!!!!!!!!!!!
Para que la vida valga la pena, cada día debe ser una aventura, un camino nunca transitado donde la sorpresa es el factor principal.
Si el resultado de lo que vivimos hasta ahora no tiene un saldo positivo, no hace falta mucho para que nos demos cuenta de que debemos cambiar…¡nosotros! Es imposible que los demás cambien porque así lo deseemos, o que el azahar se encargue de mejorarnos la vida.
Somos lo que pensamos y conseguimos que las cosas sean de acuerdo a nuestras actitudes.
Si cambiamos nuestras imágenes internas, estaremos entusiasmados por lo que podemos conseguir.
Lo que generamos es lo que obtenemos. ¿Queremos abundancia? ¡Pensemos en la abundancia! ¿Queremos que nos amen? ¡Amemos! ¿Queremos felicidad? ¡Pensemos en hacer felices a los otros! ¿Queremos salud? ¡Cuidemos nuestras emociones!