En las situaciones que experimentamos  en la vida, de pronto nos preguntamos: ¿qué hago aquí? ¿cuál es mi misión en este mundo? ¿por qué me pasan cosas que me sorprenden como dijo Serrat…chupando un palo y sentado en una calabaza?

Cuando  creíamos que estaba todo bien, algo sucede para que pensemos que no era el camino correcto el que habíamos emprendido. ¿Nos habremos equivocado otra vez?

Nos cuesta entender que no hubo una equivocación. Fue solo una experiencia maravillosa, que nos dejó una enseñanza para nosotros y ¡para los otros!
Nada cae en saco roto. Todo está interconectado en la extraordinaria trama del universo. Algo tendremos que aprender, algo tendremos que enseñar.

En cada experiencia ponemos ilusiones y damos lo mejor de nosotros, pero no estamos solos en el mundo. Están los otros que no ven las cosas del mismo modo y tal vez ellos también pusieron lo mejor. Lo que ocurre es que para ellos lo mejor de nosotros tal vez no fue lo mejor para ellos y viceversa.

La resiliencia, o sea la capacidad emocional de recuperar nuestra esencia sin que nos queden secuelas, hace que renazcamos como el ave fénix ¡“Intactos”!
En cada renacimiento, la palabra lo dice, hay cambios que nos obligan a ser distintos en la nueva etapa.
Debemos considerar que hemos crecido e incrementado nuestro capital, que somos nosotros mismos, a pesar de todo.

Hay un modo de recuperar la ilusión, el entusiasmo y de conservar el asombro por lo que viene y es la mágica palabra “ACEPTACIÖN”. Ella nos crea una mente presente que nos hace ver el ahora, con la conciencia del potencial inagotable. Nos centra en el mundo nuevo que se abre antepuestos ojos, que requiere de la misma predisposición para dar lo bueno. Yo crezco de ese modo. Considero que después de lo peor viene lo mejor.

Mi vida es y fue, un combo de momentos felices y dolorosos,( como nos pasa a todos) pero si de algo estoy segura, es que no dejé ni dejaré de vivir por miedo a sufrir y la conclusión es que no es buen negocio llevar la carga del pasado, trasladándola al presente.

Hoy están todas las oportunidades para continuar la fantástica aventura de la vida, sin secuelas, sin arrepentimientos, sin rencores, sin victimismo.

Seguramente algo nuevo vendrá que nos haga vibrar, y conocer algo más que nos haga crecer y aprender.